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Arnaud de la Tour: conectando startups con actores globales y la tecnología del mañana

Tags: 'Data ethics' 'Digital transformation' 'Ética de datos' 'Future of work' 'Innovación pública' 'Tecnología'

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Arnaud de la Tour es el CEO de Hello Tomorrow, una empresa que se dedica a poner en contacto a startups de deep tech con inversores y empresas consolidadas. Su pasión es la tecnología, y en especial el potencial que esta tiene para mejorar el mundo. Arnaud ha compartido con nosotros su punto de vista acerca del papel que desempeñan la deep tech y las startups en la disrupción en diferentes sectores, y de las conexiones positivas que The Collider facilita entre ambas.

¿Qué es Hello Tomorrow? ¿Quién la creó y con qué propósito?

Cofundé Hello Tomorrow en 2011 con un amigo de la escuela de ingeniería. Nos dimos cuenta de que, aunque había muchos investigadores que estaban haciendo cosas increíbles, el ámbito académico de aquel momento carecía de espíritu emprendedor. Nadie parecía plantearse el impacto que podía tener su labor investigadora. Decidimos crear un concurso en 2014 y recibimos 1500 candidaturas, lo cual nos animó a organizar eventos para reunir a todos estos pioneros y darles visibilidad entre los inversores de capital riesgo y las grandes empresas industriales. 

Dando un salto hasta el presente, Hello Tomorrow opera con dos objetivos principales en mente. El primero es construir una comunidad. Esto lo hacemos a través de nuestro concurso de startups, que atrae cada año a más de 5000 candidatos de todo el mundo; pero la creación de comunidad también conlleva la organización de eventos como jornadas de deep tech, eventos VIP para poner en contacto a inversores de capital riesgo con startups (incluido un programa online) y un evento orientado a las mujeres en el mundo de la deep tech. 

El segundo objetivo es proporcionar servicios de consultoría sobre estrategia e innovación a gobiernos, corporaciones y startups para ayudarlos a acelerar sus negocios o a construir otros nuevos sacándole partido a las tecnologías emergentes. 

La mitad de nuestro equipo se encarga de hacer crecer la comunidad a través de eventos y la otra mitad, de los servicios de consultoría. Sin embargo, ambos aspectos están interrelacionados, porque la consultoría nos ayuda a conectar con corporaciones que a su vez podemos poner en contacto con startups, y así aportar valor a la comunidad. 

¿Qué conexión hay entre Hello Tomorrow y BCG?

BCG es un socio estratégico con el que hemos tenido una colaboración muy fructífera. Entre 2016 y 2019, nos centramos en crear una narrativa en torno a la deep tech: con una estrategia y un marco de referencia claro sobre el funcionamiento de la innovación tecnológica, explicamos por qué la deep tech es diferente y cómo se debe invertir en tecnología. De hecho, publicamos varios informes en nuestros sitios web que, según creo, han sido fundamentales para el éxito del concepto de deep tech.

Llevamos a cabo muchos proyectos con BCG porque nuestras empresas son complementarias. BCG tiene muchos clientes y una serie de capacidades únicas; nosotros, por nuestra parte, aportamos nuestras propias habilidades y también una red de contactos dinámica. Hemos desarrollado una metodología muy eficiente para trabajar con grandes empresas que quieren involucrarse en cosas que se salen de su principal actividad comercial, y ya tenemos grandes proyectos programados para el futuro, relacionados especialmente con la sostenibilidad. Y es que no se puede resolver el cambio climático solo con software; el software no es más que una capa sobre la infraestructura física que, si bien puede aumentar la eficiencia, no va a cambiar los métodos de producción de una empresa. La deep tech sí es capaz de cambiar la forma de producción y, por lo tanto, es una importante facilitadora de transformación social.

¿Qué es para ti la deep tech? ¿Qué puedes ofrecer a científicos, universidades y centros de investigación?

Hay diferentes niveles de deep tech. En el primer nivel están todas aquellas tecnologías que ya están lo suficientemente avanzadas como tener aplicaciones concretas, pero que necesitan aún bastante I+D para alcanzar su máximo potencial. Creo que estamos viviendo una nueva ola de innovación, pues tenemos muchas tecnologías nuevas (digitales, de hardware biotecnológico, etc.) y la intersección es posible porque ya están lo suficientemente avanzadas como para que interactúen entre sí y se formen equipos interdisciplinares que trabajen juntos para innovar. Obviamente, el segundo nivel implica la convergencia de estas tecnologías. 

El tercer nivel consiste en dar un nuevo enfoque a la innovación y a la I+D para llevar los avances científicos al mercado. Básicamente, la idea es aplicar la metodología Lean startup en todas partes y en todos los ámbitos, con startups que compartan una visión común. Eso es lo que lo convierte en una auténtica revolución.

¿Cuáles son las principales diferencias entre las spin-off científicas y las startups?

No tiene por qué haber diferencia. A menudo, las startups que son spin-off están más orientadas a la tecnología y nacen de una necesidad tecnológica, no de mercado. Son un activo valioso porque contar con una propiedad intelectual es una protección contra la entrada de cualquier otro actor en el mercado, pero también tienen sus riesgos, por ejemplo, si se centran solo en la tecnología en sí, en lugar de en los problemas que esta puede resolver. La realidad es que nadie quiere comprar tecnología: lo que quieren es una solución para un problema concreto. Otro peligro potencial son los científicos sin dotes empresariales que quieren ser CEO o tener acciones en la empresa, porque esto puede acarrear problemas a largo plazo.

Un análisis que hicimos con BCG reveló que, teniendo en cuenta la vida de una startup, pongamos, en sus primeros diez años, las startup de deep tech son menos costosas porque sus prototipos de software son baratos. Dicho esto, también hay que añadir que la deep tech conlleva normalmente un mayor riesgo técnico y comercial, dicho esto, se puede añadir que las deep tech suelen conllevar un mayor riesgo técnico y comercial, lo que las diferencia de las startups-tipo de las últimas décadas, a menudo plataformas digitales o de comercio electrónico sin apenas riesgo tecnológico, o biotecnología médica de alto riesgo tecnológico, pero no de mercado (si los medicamentos funcionan, se paga por ellos).

¿Cuáles son los ecosistemas de deep tech y los centros emergentes más importantes en Europa?

En Europa, en comparación con China o Estados Unidos, están muy fragmentados. En China, están Shanghái, Shenzhen y Beijing; en Estados Unidos, Silicon Valley y Boston. En Europa hay muchísimos centros. Tenemos una gran cantidad de pequeños ecosistemas muy potentes en ámbitos específicos, lo que no se presta a que surja un Facebook o un Uber: un gigante que se lo lleve todo. 

Hay más espacio para que los ecosistemas locales crezcan, pero también hay más dificultad a la hora de escalar y conectar esos ecosistemas a una red mundial de inversores o clientes potenciales. El tamaño de los países europeos permite a su empresas convertirse en compañías grandes dentro de sus propios mercados nacionales, pero no que sus startups se conviertan en grandes multinacionales. Mientras que un gigante nacional en China o en Estados puede salir fácilmente con éxito al extranjero, en países como Francia o España, si te limitas a moverte en tu mercado nacional durante años y luego quieres salir a la cancha mundial, vas a ser un jugador pequeño.

¿Qué tipo de relaciones tiene Hello Tomorrow con otros ecosistemas globales? ¿Cómo funciona la empresa en Asia, Estados Unidos o América Latina?

Nos dirigimos a clientes similares y tenemos modelos de negocio similares. Y aunque nos gustaría trabajar con todo el mundo, estamos en constante competencia porque también nos dedicamos a obtener financiación de las corporaciones. 

Tenemos alrededor de 80 relaciones de colaboración estructurada en las que sabemos exactamente lo que debemos hacer para ayudarnos mutuamente a tener éxito. Y luego tenemos otras 700 colaboraciones flexibles en las que simplemente nos vamos comunicando lo que hacemos, de manera que si uno de nosotros lanza una propuesta, el otro la difunde en su newsletter y en redes sociales. De esta forma trabajamos con otros ecosistemas, aceleradoras, incubadoras, inversores y universidades: ayudándonos mutuamente cuando y en lo que podemos.

¿Por qué crees que son importantes iniciativas como The Collider?

Creo que nuestros objetivos están alineados, y como nunca puedes tener a todos los jugadores que necesitas en tu equipo, es importante que haya una cierta porosidad y conexión entre los dos ecosistemas. Por ejemplo, puede haber inversores en nuestra comunidad con interés en startups de vuestra red, o al revés. 

Además, se pueden entablar colaboraciones flexibles en las que simplemente se mantiene una comunicación constante para obtener pequeños beneficios con el mínimo esfuerzo, o bien colaborar en proyectos más grandes, como la dirección conjunta de un programa o la organización de un evento. Esto último requiere compromiso, pero hay que tenerlo claro ante futuras colaboraciones: o eliges la vía fácil o te comprometes de verdad.

¿Qué cita sueles tener en cuenta para la vida o el trabajo?

Vinod Khosla dijo una vez: “Todo lo que un día es revolucionario, el día anterior parecía una locura”. Y, francamente, no podría estar más de acuerdo.