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La tecnología y la industria se unen para llevarnos al mañana: el futuro de la movilidad

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Hoy en día solemos dar la movilidad por sentada, al menos en los países desarrollados. Las tasas de automóviles en propiedad son elevadas, y la mayoría de las personas tiene acceso a vuelos baratos y extensas redes de transporte público. Sin embargo, la pandemia actual, que ha traído consigo una reducción forzosa de la movilidad, nos recuerda que quizá no convenga dar esta última por sentada.

 

Los cambios temporales provocados por el coronavirus también han puesto de manifiesto otros problemas de nuestro modelo de movilidad actual. Han desaparecido los atascos en las calles de las grandes ciudades, la persistente contaminación urbana, y el abarrotamiento de un transporte público que circula por redes saturadas. Esta interrupción de los desplazamientos habituales nos ha hecho ver que la forma en que viajamos tiene que cambiar.

 

Teniendo en cuenta todo esto, ¿cuál es el futuro de la movilidad? La crisis actual ya ha provocado cambios permanentes en ciertos ámbitos del transporte. Es probable que se encarezca el precio de los vuelos, porque hay aerolíneas que no van a poder superar las consecuencias económicas de la pandemia. Además, la industria aeronáutica tendrá que buscar combustibles sostenibles para reducir la huella de carbono y responder a las demandas de la generación milenial, cada vez más reacia a volar y sensibilizada sobre las consecuencias ambientales de este medio de transporte. Al mismo tiempo, se están gestando otros cambios que se convertirán en la nueva norma de la movilidad a medida que la sociedad apueste por soluciones más ecológicas para resolver los problemas existentes.

 

Coches eléctricos

Estos vehículos, sobre todo los híbridos que combinan la energía eléctrica con la combustión de gasóleo o gasolina, son ya algo común. Muchos fabricantes de coches de todo el mundo se están decantando por la electricidad en detrimento de los combustibles fósiles. Los coches eléctricos tendrán cada vez más eficiencia y autonomía, y se alimentarán de electricidad procedente de fuentes renovables.

 

Coches compartidos

Las aplicaciones de coches y viajes compartidos, como BlaBlaCar, Carma o Sidecar, son ya algo popular, y se sabe que los jóvenes se prestan cada vez más a compartir sus coches. Es posible que el número de vehículos en propiedad disminuya, porque las ciudades no pueden soportar el ritmo de crecimiento actual de un parque de vehículos que reduce el tráfico urbano a velocidades de peatón.

 

Vehículos autónomos

La ciencia ficción está plagada de vehículos sin conductor que transportan cómoda y velozmente a los pasajeros en las ciudades del futuro. Aunque todavía falta mucho para que podamos ver coches auténticamente autónomos, ya se están llevando a cabo experimentos con taxis sin conductor en Estados Unidos. Sin embargo, para que la ciencia ficción se convierta en realidad, es necesario realizar una cuantiosa inversión en infraestructuras y, por otro lado, los vehículos sin conductor no dejan de plantear ciertos inconvenientes. Si aumenta el acceso a los coches y estos se ponen a disposición de personas que no conducen, ¿es posible que aumente el número de vehículos en circulación y se reduzca el uso del transporte público?

 

Conectividad

Si los vehículos autónomos se convierten en algo normal, las personas podrán dedicar el tiempo que antes pasaban conduciendo a actividades más productivas. En un mundo cada vez más interconectado, es posible que los coches del futuro sean una prolongación de nuestras casas y oficinas, una especie de puente que conecte ambos entornos para que las tareas domésticas y el trabajo se desarrollen de forma ininterrumpida. Como ocurre ahora en el caso de los ordenadores, es probable que los coches necesiten actualizaciones frecuentes de software para estar al día de los últimos avances y protegerse contra la piratería. Cuando dejemos el coche cargando por la noche, actualizaremos al mismo tiempo su sistema operativo.

 

Movilidad como servicio

Si los coches se pueden conectar a internet, al teléfono, a la oficina y a los dispositivos inteligentes de casa, ¿por qué no conectarlos a otras opciones de transporte? Un viaje integrado, planificado y reservado en una única red con menos puntos de venta independientes facilitará en gran medida los transbordos cuando se utilicen varios medios de transporte.

 

Estas tendencias del futuro comparten un denominador común: la integración. Los automóviles híbridos, la infraestructura de redes viarias para coches autónomos, los vehículos con conexión a la red y la movilidad como servicio dependen de que la conectividad sea fluida. Esto mismo ocurre en las industrias que fabrican las tecnologías en primera instancia.

 

Al igual que en muchos otros sectores, son las startups las que suelen aportar la visión, la imaginación y el impulso para probar algo completamente nuevo o para buscar aplicaciones de las tecnologías emergentes en las que nadie había pensado antes. Por ejemplo, ahora que los grandes fabricantes de coches están desarrollando flotas híbridas y eléctricas a gran escala, la tecnología que les falta va a venir de las startups. Los gigantes del sector de la automoción, como Ford o General Motors, están adquiriendo startups para integrarlas en su organización, y todos los días surgen nombres nuevos en todos los ámbitos de la industria de la movilidad.

 

Los vínculos entre la tecnología emergente y la industria serán los que den forma al futuro de la movilidad. En este contexto, que evoluciona a gran velocidad, las startups tienen dos opciones: quedarse atrás, o tener agilidad, confianza en sí mismas y valentía como para mantenerse en la vanguardia.

 

The Collider es un programa de creación de empresas que busca conectar las esferas de la ciencia, la empresa y el emprendimiento. Este proyecto de innovación fomenta iniciativas de transferencia tecnológica que conectan la ciencia y el talento empresarial para crear startups disruptivas basadas en la tecnología. The Collider es una iniciativa tecnológica de Mobile World Capital Barcelona , que pretende impulsar la transformación digital de la sociedad para ayudar a mejorar la vida de las personas en todo el mundo.