Beatriz Casado: trabajo en red e innovación abierta

Beatriz Casado es directora del Departamento de Innovación y Emprendimiento del ICE, el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León. Beatriz analiza el rol de la Administración, las universidades y las OTRIS en la promoción de la innovación. También destaca la participación del ICE en los programas Train the Trainers y OnCampus de The Collider, de los que destaca su metodología y enfoque al mercado.

¿Cuáles son los objetivos del ICE y cuál es tu rol como directora de su departamento de Innovación y Emprendimiento

El ICE pertenece a la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León, y su rol es promover la competitividad de sus empresas para que generen más valor, riqueza y empleo en el territorio.  

 

Desde el departamento de Innovación y Emprendimiento promovemos de forma interrelacionada todas las políticas que impulsan el emprendimiento. Trabajamos con empresas, centros de conocimiento, administraciones, asociaciones, etcétera. Promovemos políticas vinculadas al emprendimiento, al talento y a la transferencia de conocimiento y tecnología junto con centros tecnológicos y universidades. Mención especial merecen las iniciativas de Compra Pública Innovadora (CPI) pilotadas desde ICE en los últimos años. 

 

También impulsamos la innovación y el emprendimiento en las zonas rurales y fomentamos el I+D+I en Castilla y León a través de ayudas públicas. Tenemos un foco específico en la digitalización, y desde el área de internacionalización y programas europeos conectamos nuestro ecosistema con los ecosistemas internacionales de investigación y desarrollo.

¿Cómo valoras vuestra participación en los programas Train the Trainers y OnCampus de The Collider?

Decidimos participar en estos programas de The Collider para crecer en número de empresas innovadoras en Castilla León, especialmente vinculadas a la ciencia y la tecnología, y trabajar con las nuevas metodologías que propone el programa. ¡Y hemos alcanzado ambos objetivos!  

 

Train The Trainers nos ha dado la oportunidad de trabajar en red con las OTRIS de Castilla y León, no únicamente universidades, sino también centros tecnológicos y centros de investigación como el CSIC. Especialmente en Castilla y León, territorio caracterizado por su dispersión, esta conexión y trabajo en red es fundamental. Además, la fase formativa en Train the Trainers es muy inspiradora, con expertos como Josep Piqué y el profesor Engels.  

 

Por su parte, On Campus nos brinda la oportunidad de trabajar de forma colaborativa con universidades de Castilla y León y con los proyectos seleccionados, además de trabajar en metodologías comunes. On Campus ayuda de forma práctica a los investigadores a cambiar su visión y enfocar su modelo de negocio al mercado.  

¿Cuáles son las principales demandas de las empresas en I+D+I?

Además de la financiación, una de las demandas principales es la innovación abierta, es decir, compartir el conocimiento.  

 

Otra demanda importante, y común en toda España, es el acceso al talento. Las empresas que quieren innovar necesitan a personas formadas, creativas, con cualificaciones altas y con competencias en nuevas tecnologías y en digitalización. Sin embargo, a día de hoy cuesta mucho captar y retener este talento.  

¿Cómo impulsar la transformación digital y la innovación de las empresas?

La transformación digital y la innovación de las empresas requieren un acompañamiento muy personalizado, con programas cada vez más customizados y que atiendan a las necesidades de cada compañía concreta según su tamaño, sector, etc. En el ICE  trabajamos con itinerarios muy personalizados: mostramos a cada compañía el potencial de la transformación digital y la innovación, trabajamos su plan de implementación,  formamos a su personal y analizamos potenciales inversiones en nuevas tecnologías, ayudas, etcétera. 

¿Cómo es el emprendimiento científico y tecnológico en España, y cómo ayudarlo a dar el salto al mercado con éxito?

Estamos lejos de países referentes en emprendimiento científico y tecnológico como Estados Unidos, China, Japón o Alemania. Debemos impulsar  la innovación a todos los niveles y producir ciencia desde el sector público y desde el privado. Y muy importante: hay que reformar las universidades, entendidas como principal fábrica de talento y de conocimiento, para que sean más emprendedores y estén más conectadas al mercado. Para lograrlo es necesario revisar las carreras de los investigadores y los sistemas de incentivos vinculados a la transferencia, rejuvenecer el talento y facilitar el relevo generacional de investigadores y profesores.  

 

También debemos profesionalizar y formar a las OTRIS para que asesoren de forma experta a empresas de base científica y tecnológica para que salgan al mercado, que conozcan en profundidad los sectores en los que operan y que funcionen por incentivos.  

 

Por último, las Administraciones debemos acompañar en la fase de tutela, de acompañamiento, de búsqueda de socios y de financiación.  

¿Cómo reducir la brecha entre ciencia y empresas para el impulso de la transferencia tecnológica?

¡Es la pregunta del millón! En mi opinión, hay que apostar por programas de innovación abierta en torno a retos estratégicos en los campos de la salud, demografía, medio ambiente y energía, entre otros. El conocimiento está cada vez más distribuido, por lo que en esta innovación abierta deben participar universidades, centros tecnológicos, startups, grandes corporaciones y administraciones. Y también la sociedad, que debe estar en el centro.

¿Qué tecnologías tienen mayor potencial de transformación en los sectores salud, agroalimentario e industrial?

Serán fundamentales los data hubs en el sector asistencial y en la detección temprana de enfermedades. También serán clave las tecnologías de telediagnóstico, la robótica y la digitalización de hospitales y centros asistenciales. Es importante destacar además la biotecnología y la I+D en el desarrollo de moléculas, fármacos, vacunas, etc, que será decisivo para hacer frente a nuevas pandemias o enfermedades.  

 

En industria agroalimentaria son ya fundamentales las tecnologías vinculadas a la reducción de emisiones, a la sostenibilidad, a la eficiencia energética y al reaprovechamiento de residuos. El IoT, el análisis y la inteligencia de datos, la ciberseguridad y el blockchain son esenciales para determinar el origen y calidad de la cadena de valor de la industria agroalimentaria. En Castilla y León contamos ya con buenos ejemplos en el sector cárnico y vitivinícola.  

 

En el sector industrial, además de las anteriores, tendrán un peso específico la robótica, la impresión 3D y la microelectrónica. Y hay que destacar el desarrollo de nuevos materiales, más sostenibles y con más prestaciones, lo que incide directamente en la economía circular.  

¿Qué consejo darías a cualquier empresa o emprendedor que quiera impulsar la transformación digital y potenciar la innovación de su empresa o proyecto?

Colaborar, para mí lo más importante. Es importante buscar apoyo técnico experto del exterior, pero también es fundamental involucrar al equipo, formarlo e incorporar expertise. Sumar a personas creativas en las organizaciones es lo que marca la diferencia al desarrollar proyectos de innovación.