Q&A  | 

David Ciudad, emprendedor tecnológico de The Collider, habla sobre el cambio de mentalidad y la disrupción en la industria

SHARE

Reading Time: 4 minutes

David Ciudad Rodríguez es cofundador y CEO de Deep Detection. Esta empresa tecnológica, creada en la edición 2019-2020 de The Collider, está construyendo una nueva generación de cámara de rayos X con capacidades de aprendizaje profundo y aplicaciones potencialmente revolucionarias en múltiples sectores. Hemos charlado sobre The Collider con David, que ha compartido con nosotros su visión del mundo, de la tecnología y de otros temas.

Empezaste tu carrera académica en el sector de la ingeniería química, pero después te pasaste al campo de la gestión, el liderazgo y la I+D. ¿Cómo crees que han influido tus inicios en tu concepción de los negocios?

Cuando era joven me gustaban las matemáticas, algo que es necesario para entrar en el mundo de los negocios. Poseer una sólida formación en números sirve de ayuda: si tienes un título técnico, cuentas con algunas ventajas y entiendes cómo funciona ese mundo. Yo lo quería entender todo. En aquella época, el grado en ingeniería química era diferente a otros grados que había en España. Había profesores que habían estudiado en los EE.UU. y Canadá, y que tenían una mentalidad totalmente diferente. De esto hace ya unos 20 años, pero entonces estudiamos emprendimiento, trabajo en equipo, y cosas similares. Cuando entras en el mundo de los negocios teniendo esos conocimientos, estás más preparado.

Además, has estudiado gestión ambiental. ¿Eso es algo que ha influido en tu manera de trabajar?

Soy muy consciente de que tenemos que cuidar el mundo. Los ingenieros químicos acudimos a la fábrica para producir cosas. Ese es nuestro objetivo, no la parte ambiental. Y, aunque ahora eso esté cambiando, no quería trabajar en una planta industrial porque sabía que contaminan. No quería formar parte de ese círculo vicioso.

 

Muchos amigos míos que trabajan en la industria quieren cambiar las cosas, pero, a fin de cuentas, todo depende de los números y los beneficios. Quería fundar una empresa que sirviera para mejorar tanto los negocios como el medio ambiente.

Con una formación tan diversa, ¿crees que es importante que los líderes empresariales busquen continuamente nuevas formas de aprender?

Por supuesto. Como decía mi profesor de economía, el conocimiento es poder. Se trata de aprender todos los días, para estar listo para lo que pueda pasar en uno o dos años. De lo contrario, te quedarás atrás. Basta con dedicar, por ejemplo, cinco horas a la semana a aprender algo diferente. El resultado es increíble, marca la diferencia. Antes, todo consistía en ir a la universidad y, luego, conseguir un buen trabajo. Sin embargo, eso no es suficiente: ahora se trata de acumular conocimientos y seguir aprendiendo.

Cambiando de tema, ¿qué papel juega la transferencia tecnológica en España hoy en día? ¿Cómo ha evolucionado este sector últimamente?

Es una pregunta muy complicada. Por lo que he visto, las universidades en España no creen en la transferencia tecnológica. En ese sentido, todavía están en el siglo XX. Es algo que debería avanzar rápidamente, pero todo lo relacionado con la transferencia tecnológica requiere tiempo, y hay que hacer grandes inversiones. Disponen de nuevas tecnologías increíbles, pero no quieren dialogar con clientes potenciales hasta pasados cinco años. Y su forma de actuar es la misma con todos los proyectos, es necesario que eso cambie.

¿Por qué se muestran tan indecisos?

Desde mi punto de vista, en España, si vas a la universidad en calidad de profesional, piensas en tu investigación, no en entrar al mercado. Es una mentalidad diferente. En los EE.UU. o el Reino Unido, por ejemplo, sabes muy bien que si desarrollas algo, tarde o temprano se va a comercializar. Es algo que está cambiando, pero necesitamos más gente que piense así. ¡Necesitamos más Colliders!

 

Al fin y al cabo es la única forma de mover las cosas, de cambiarlas por completo. Hay que creer en la transferencia tecnológica. En otros lugares, es el futuro y el presente. En España, solo el futuro.

¿Dónde falla la colaboración entre los talentos científico y empresarial en España?

Falta emprendimiento y saber cómo formar equipos. Si eres bueno en la parte técnica, pero no tienes una mentalidad emprendedora, quizás pienses que no la necesitas. Pero la realidad es que necesitamos el ecosistema. Aunque eso es algo que está cambiando en Barcelona, necesitamos ayuda del gobierno y de las instituciones, ya que en España no hay un rumbo claro. En The Collider tenemos suerte, porque se está promoviendo esto, pero necesitamos más de lo mismo.

Deep Detection, tu proyecto de The Collider, fabrica cámaras de rayos X multiespectrales para líneas de producción continuas de alta velocidad, especialmente para el sector de la alimentación y de las bebidas. ¿Nos podrías hablar un poco más sobre la empresa?

La tecnología actual tiene problemas cuando alcanza altas velocidades, ya que solo puede detectar elementos de alta densidad, y los materiales de baja densidad como los plásticos causan problemas. Nuestra tecnología es capaz de detectar y categorizar esos materiales a altas velocidades, y comprender plenamente su composición. Podemos decir qué porcentaje de grasa tiene la carne, por ejemplo, o cuál de las tres manzanas tiene la mejor calidad. Podemos contabilizar cada uno de los fotones. Actualmente, nuestra tecnología está transformando la industria alimentaria, pero puede tener muchas otras aplicaciones.

¿Cómo llegaste a The Collider? ¿Qué aspectos del programa te resultan más beneficiosos?

Me estaba tomando un año sabático y presenté mi candidatura en octubre de ese año, después de que un amigo me enviara un correo electrónico que solo decía: «Échale un vistazo a The Collider». En diciembre, me explicaron el proyecto. Primero me reuní con Colin Burnham, que es también cofundador de mi empresa, y luego nos reunimos con el equipo para conocer sus intereses. Eran muy buenos, y como Colin y yo ya nos conocíamos, creímos que podíamos ir más rápido que otros equipos, así que fue perfecto. Es un equipo internacional, con mentalidades totalmente diferentes, y eso es algo muy bueno.

 

The Collider también es una opción muy buena para ponerte en contacto con empresas. Hablamos con 60 empresas en tres meses, y la mitad de ellas nos respondieron. Por último, el elemento más importante, aparte de la tecnología, es el equipo.

¿Qué innovaciones se pueden esperar en tu sector en el futuro de la "Industria 4.0"?

Aunque por el momento nos centramos en los alimentos y las bebidas, vamos a pasar a otros sectores como la seguridad o las cadenas de suministro, por mencionar algunos. Actualmente, las empresas quieren más automatización y digitalización, por lo que todos los sectores cambiarán considerablemente en los próximos diez años. Nuestra tecnología tiene un impacto en las inspecciones y el control de calidad, pero hay otras oportunidades en la producción, la seguridad o las cadenas de suministro. Tienes que apostar por tu tecnología, puede que tardes diez años en cambiar la industria, pero tienes que apostar.

¿Te refieres a lo que dijiste antes sobre continuar aprendiendo para ir por delante, para predecir el futuro?

No se trata de predecir el futuro, sino de crearlo. En un año o dos, nuestras cámaras serán capaces de analizar la composición de un líquido, o una mezcla de líquidos, en una botella dentro de una maleta. Reconocerán la composición de los materiales. La gente dice: “Eso es imposible”. No lo es. Es cierto que hay que invertir un poco de dinero para cambiar las cosas, pero la tecnología está aquí. Tengo que cambiar la mentalidad de las personas.