¿Cuál es tu trabajo como CEO de Zygoma ZAGA Centers?
¿Qué te motivó a crear Mimetis Biomaterials y ahora a liderar ZAGA Centers?
¿Cuáles fueron los pasos que siguió Mimetis hasta su adquisición y cómo fue la decisión de vender la startup?
¿Qué factores consideras clave para desarrollar una startup biotecnológica de éxito?
¿Está la transferencia tecnológica bien arraigada en Barcelona, España y Europa?
¿Cuáles son las barreras para el emprendimiento científico y cómo superarlas?
¿Cuál es el estado de la investigación en biomateriales, biomecánica e ingeniería de tejidos y qué oportunidades empresariales hay en estas áreas?
¿Qué tecnologías o tendencias crees que tendrán más impacto en el ámbito de salud?
¿Por qué son importantes iniciativas como The Collider y PUZZLE X?
¿Qué consejo darías a un científico que quisiera emprender?
David Pastorino es doctorado en Biomateriales, Biomecánica e Ingeniería de Tejidos por la Universidad Politécnica de Cataluña, cofundador de Mimetis Biomaterials y actual CEO de Zygoma ZAGA Centers.
Con una trayectoria vinculada a la transferencia tecnológica, Pastorino descubre a The Collider las últimas innovaciones y tendencias en el ámbito de la salud. También revela que la gestión del miedo es clave para emprender con éxito, algo que aprendió durante su carrera como ciclista profesional.
¿Cuál es tu trabajo como CEO de Zygoma ZAGA Centers?
Mi trabajo es gestionar una red global de dentistas y clínicas de renombre para ofrecer a cualquier paciente que no tenga dientes una solución. Trabajamos con todo tipo de implantes para ofrecer dientes fijos a cualquier paciente en menos de 24 horas.
¿Qué te motivó a crear Mimetis Biomaterials y ahora a liderar ZAGA Centers?
En Mimetis Biomaterials el impulso inicial fue casual: investigaba un proyecto de biomaterial para la regeneración del hueso cuando un cirujano visitó el laboratorio, vio lo que hacíamos y dijo que lo quería. A pesar de nuestro profundo desconocimiento empresarial, aceptamos el reto: crear la empresa, gestionar la parte regulatoria, los estudios clínicos, etc. Contamos en todo momento con el equipo de transferencia tecnológica de la Universidad Politécnica de Catalunya. La ilusión de Óscar Carbó y la de los profesores cofundadores Maria Pau Ginebra y Xavier Gil fue decisiva.
Cuando Mimetis cogió un poco de volumen decidí quedarme en el consejo de administración y contar con una CEO externa. Y con uno de los inversores iniciales montamos ZAGA Centers. Inicialmente era, como todos, un proyecto poco definido, pero en un año hemos avanzado hasta encontrar lo que realmente necesitan las clínicas y los pacientes. Y ahora sí que es un proyecto definido.
¿Cuáles fueron los pasos que siguió Mimetis hasta su adquisición y cómo fue la decisión de vender la startup?
Mimetis tuvo el recorrido típico de una startup biomédica: los investigadores montamos la empresa, recibimos apoyo de varios gobiernos e inversores privados, hicimos estudios clínicos y firmamos acuerdos con grandes distribuidores para amplificar la tecnología. Sin embargo, como consecuencia de la pandemia, la empresa suiza con la que trabajábamos decidió no lanzar el producto. Entre negociaciones, nos propusieron la adquisición. No pensábamos vender tan temprano, pero era la mejor alternativa.
¿Qué factores consideras clave para desarrollar una startup biotecnológica de éxito?
Las habilidades del equipo: cada persona debe saber qué hacer y ser buena en lo que hace. La motivación viene de casa.
Por otro lado, es vital contar con un consejo de administración variado, formado por emprendedores que no están en su primera empresa para evitar errores que ya han cometido, y por profesionales de la industria con carrera, que conocen el mundo de la empresa y ofrecen opiniones completamente diferentes.
¿Está la transferencia tecnológica bien arraigada en Barcelona, España y Europa?
Sí, el gap que existía entre la investigación y la creación de empresas está cubierto. La transferencia tecnológica ha mejorado tanto que, con mucho respeto, creo que hay emprendedores que no deberían serlo porque emprender no es lo que querían o no les estimula suficiente, lo que no es bueno para los proyectos.
La transferencia tecnológica en sí funciona, pero las limitaciones surgen a partir de la creación de la empresa. Las métricas actuales, como el número de empresas o los años que vive una empresa, no son necesariamente las correctas. Una métrica fundamental es el tiempo que necesita una empresa para ser viable.
¿Cuáles son las barreras para el emprendimiento científico y cómo superarlas?
La principal barrera es el miedo a convertirse en emprendedor. Hay que tener mucha fe o un entorno muy propicio para montar una empresa tras acabar el doctorado o el máster.
¿Cuál es el estado de la investigación en biomateriales, biomecánica e ingeniería de tejidos y qué oportunidades empresariales hay en estas áreas?
Hay muchas líneas de investigación. La innovación que actualmente está más cerca del mercado es un tratamiento basado en plasma, ya patentado y que se llama APACHE, que permite hacer un targeting de células cancerígenas, especialmente las células madre durmientes, para evitar la reaparición del cáncer. Creo que este tratamiento tiene potencial para convertirse en una spin off o startup.
¿Qué tecnologías o tendencias crees que tendrán más impacto en el ámbito de salud?
El targeting, enfocado a soluciones que tratan exclusivamente la zona con dolencia y no todo el cuerpo para evitar efectos secundarios. Si ponemos el foco en la molécula, la célula o la bacteria problemática, trataremos el problema y no generamos otros.
El targeting se alinea con prevenir la sobremedicación, una tendencia interesante que ya incorporan varias empresas. Otra tendencia relevante se vincula a la dermatología y microbioma, ya que actualmente hay empresas que han logrado tratar problemas de piel que hasta ahora no eran tratables, como los herpes.
¿Por qué son importantes iniciativas como The Collider y PUZZLE X?
Para cubrir el gap que mencioné anteriormente: el que se genera una vez creada la empresa. La palabra clave para definir a The Collider y PUZZLE X es conectores. Conectan a todos los stakeholders, no únicamente a la tecnología con el científico.
¿Qué consejo darías a un científico que quisiera emprender?
El primero: preguntarse muy seriamente si emprender es realmente lo que quiere hacer. Emprender es una decisión que afecta mucho a tu vida.
El segundo: aprender a gestionar el miedo a fracasar y el miedo al éxito, ambos muy vinculados al emprendimiento. En mi carrera de ciclista profesional tuve miedo al éxito durante siete años. Cuando iba primero, siempre me pasaba algo. Lo traté con un experto y por fin gané el campeonato, en el último año. Solo puedes eliminar el miedo cuando eres consciente de que lo sufres y de cómo te afecta.