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José Gabriel Macías Montero y José Manuel Soria, científicos con ambiciones empresariales

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The Collider crea puentes de unión entre la ciencia y las empresas, fomentando iniciativas de transferencia de tecnología como las de los científicos José Gabriel Macías Montero, cofundador de Deep Detection, y José Manuel Soria, cofundador de Exheus. Hemos hablado con ellos para conocer su experiencia en The Collider y saber de qué manera el programa les ha ayudado a crear dos empresas de éxito.

La empresa de José Gabriel Macías Montero, Deep Detection, desarrolla cámaras multiespectrales de rayos X para la inspección de alimentos y bebidas.

¿Nos puedes explicar cómo empezaste en la investigación biomédica?

Empecé diseñando circuitos de microondas para móviles y satélites. Un tiempo después, se me presentó la oportunidad de trabajar en el Instituto de Física de Altas Energías de Barcelona, donde colaboré en el desarrollo de un chip para los escáneres cerebrales PET.

¿Cómo pasaste de ahí al lanzamiento de Deep Detection?

Ambos proyectos están relacionados con la detección de partículas de alta energía. Aunque en el caso de Deep Detection usamos la detección con rayos X para distinguir ciertos materiales que se encuentran en los alimentos y bebidas. Esto permite que los fabricantes puedan evaluar, por ejemplo, cuánta sal hay en el jamón, si hay contaminantes en una bebida, o incluso el nivel de madurez de la fruta. Esta tecnología permite acceder a mucha más información sobre las materias primas, algo que puede revolucionar la industria alimentaria.

¿Qué te llevó a colaborar con The Collider?

Sabíamos que nuestra tecnología tenía un potencial muy grande y queríamos hacer algo con ella. No conocía el programa. Pero cuando me hablaron de él, supe que era el nexo que necesitábamos y una gran oportunidad para el proyecto.

¿Cómo os ayudó The Collider a cerrar la brecha entre ciencia e industria?

Es muy complicado transformar la investigación y la ciencia en algo que se pueda comercializar. En las tecnologías digitales, la brecha no es tan grande, pero en el caso del hardware y otros sistemas no existe un camino a seguir ni ejemplos de los que aprender. Encontrar inversores es difícil, independientemente de lo buena que sea tu idea. Puedes estar convencido de que el mercado te necesita, pero el problema reside en cómo llegar hasta él.

Ahí es donde interviene un programa como The Collider, que te da acceso a conocimientos comerciales y te ayuda a desarrollar procesos empresariales y a familiarizarte con el mundo de los negocios. Te dicen: “Tu idea es genial. Veamos si al mercado también se lo parece”.

¿Cuál fue el apoyo del programa a la hora de materializar las aplicaciones prácticas de vuestra investigación?

The Collider nos puso en contacto con dos emprendedores que tenían amplia experiencia en proyectos de deep tech. Conectó el equipo científico con otro empresarial y luego nos ayudó a llegar al mercado. El director general y el director de operaciones pensaron que era un proyecto muy interesante, y sus observaciones fueron muy positivas. De hecho, durante las primeras semanas, contactaron con sesenta empresas diferentes y todas les dieron una respuesta inmediata. Actualmente, muchas de ellas forman parte de la red de The Collider y de MWC.

 

The Collider también nos enseñó a pensar en los usuarios finales, en las empresas que pueden usar nuestra tecnología. Aprendimos a acercarnos a ellas y a introducir nuestra tecnología en el mercado.

¿Qué oportunidades te ofreció The Collider?

The Collider pone los medios para que puedas ampliar tu red de contactos, conocer a otras personas y ver otros proyectos. Trabajas en un entorno de mucha cercanía con otras startups, lo que genera un ecosistema fértil para la comunicación y la generación de ideas.

¿Volverías a colaborar con The Collider?

Se lo recomendaría ciegamente a cualquiera que quiera llevar la ciencia o la tecnología al mercado. Los profesionales de The Collider son expertos en el ámbito empresarial. Pueden decirte qué partes del proyecto son buenas y cuáles hay que mejorar.

La plataforma de José Manuel Soria, Exheus, ofrece tecnología de IA y análisis de expresión génica para mejorar la salud y el rendimiento.

¿Puede explicarnos un poco a qué te dedicas y cómo empezaste?

Empezamos investigando el genoma de los corredores. Queríamos saber si correr ciertas distancias era saludable o no basándonos en la expresión del genoma en los momentos inmediatamente anteriores y posteriores a la carrera.

 

La investigación demostró que este era un enfoque muy eficaz para evaluar la salud. Actualmente aplicamos este conocimiento a la población general. Es un cambio significativo en el paradigma de la salud. Normalmente se estudian las enfermedades y a los enfermos. Pero nuestro enfoque estudia la salud y a las personas sanas. ¿Por qué hay personas que tienen buena salud? ¿Cuáles son las condiciones biológicas que nos mantienen con salud?

¿Existe una desconexión entre los científicos y la industria en tu campo? ¿Cuál crees que es el motivo?

Hay una desconexión clara, especialmente en el terreno de la medicina personalizada. Mucha gente habla de ello, pero no muchos entienden su significado. Esto se debe a que los científicos y los empresarios no hablan el mismo lenguaje.

 

Pero The Collider está contribuyendo a cerrar esa brecha. Teresa, la CEO de Exheus y cofundadora de The Collider, es un gran ejemplo de lo que digo. Es una científica que se ha pasado al mundo de los negocios. Eso hace que hablemos el mismo idioma.

¿De qué manera te ha ayudado The Collider a convertir la ciencia en realidad?

The Collider nos dio acceso a una red de profesionales que nos ayudó a hacer la transición al mercado. Pudimos conocer a otros equipos y aprendimos a crear una empresa de éxito. Esta red de contactos es uno de los puntos fuertes del programa.

¿Por qué Barcelona es una buena base para el desarrollo de iniciativas de transferencia de tecnología?

Barcelona es uno de los núcleos más importantes para las empresas del sector sanitario en el sur de Europa. Nuestros hospitales y empresas farmacéuticas y del sector sanitario se encuentran entre los más punteros de la región. Y además tenemos buen tiempo, por supuesto.

¿Cómo acogió la comunidad científica de Barcelona tu colaboración con The Collider?

Tuvimos una muy buena recepción por parte de los inversores. La gente entiende que es el momento para hacer realidad la medicina personalizada. El año pasado, incluso nos dieron un premio por nuestro trabajo de innovación.

¿Volverías a colaborar con The Collider?

Hemos participado dos veces en The Collider, en dos programas seguidos, y nuestra relación ha sido cada vez mejor. The Collider incorporó muy bien nuestras sugerencias iniciales. La segunda vez que participamos en el programa, habían hecho cambios para que se adaptara mejor a nuestras necesidades.

 

Es un programa excepcional para los científicos que buscan una formación empresarial y aprender a hablar el lenguaje de los negocios. Aúna los mundos de la ciencia y de la industria, y ha demostrado su capacidad de mejora, adaptación y cambio.