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Lluís Rovira nos habla de innovación y emprendimiento

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Lluís Rovira es el director de la Institució dels Centres de Recerca de Catalunya (CERCA) en Barcelona. Cuenta con una destacada carrera como investigador, es doctor en Biología Molecular por la Universidad de Barcelona y le interesan especialmente la propiedad intelectual y la transferencia de tecnología. Lluís nos ha hablado de su trabajo en CERCA y de cómo se pueden impulsar la innovación y la investigación catalanas como parte del ecosistema científico global.

¿Puedes hablarnos de tu puesto actual y de cómo llegaste a él?

Soy el director de CERCA, una institución que agrupa unos 40 centros de investigación en Barcelona y toda Cataluña. La institución se creó solo unos meses antes de que yo ocupase este cargo, pero me dedico a la evaluación y gestión de las investigaciones desde 1992.

 

Cada uno de estos centros constituye una persona jurídica, pero CERCA lleva a cabo muchas actividades transversales con todos ellos. El grupo más reciente que hemos creado tiene que ver con la infraestructura científica. Estamos tratando de optimizar el uso y la financiación de nuestra infraestructura científica, porque hasta ahora cada centro tenía su propia estrategia, que era totalmente diferente e independiente de la de los demás.

¿Cuáles son las principales herramientas o programas de CERCA para apoyar el emprendimiento científico?

Quizá la más importante sean las evaluaciones CERCA. Cada cuatro años, trabajamos de forma conjunta con un panel internacional de expertos en cada uno de los centros. Llevamos haciéndolo desde 2012, y nuestros informes han resultado ser muy útiles para los centros de investigación. Después de unos años se puede apreciar la diferencia, pues ha habido un gran progreso. 

 

A nivel europeo, todos los centros de CERCA han recibido el reconocimiento de la Estrategia de Recursos Humanos para Investigadores (HRS4R). Todo empezó como una iniciativa de CERCA, pero ahora funciona sin nuestra intervención. Los planes de acción de cada centro incluyen la provisión de un entorno especializado para que los jóvenes investigadores desarrollen su espíritu emprendedor.

 

Por último, estamos intentando obtener financiación COFUND por parte de la Comisión Europea. COFUND es un programa de las Acciones Marie Skƚodowska Curie que otorga becas a investigadores posdoctorales. Queremos presentar esta propuesta a principios de 2022, poniendo énfasis en las oportunidades de emprendimiento interno para esos jóvenes investigadores. 

¿Puedes darnos un ejemplo de una spin-off de éxito que se haya creado a partir de CERCA?

Sí. De hecho, hemos creado unas 170 empresas spin-off. Una de nuestras spin-off es Buildair, una empresa que construye estructuras inflables a gran escala. Estas son muy ligeras, fáciles de transportar, increíblemente resistentes y baratas, por lo que se han empezado a usar en varios países de Europa, Asia, América y Oriente Medio.

¿Qué barreras encontráis en el ecosistema científico catalán para la creación de más spin-offs? ¿Cómo crees que podrían superarse?

Para mí, una de las principales barreras tiene que ver con el factor psicológico. Históricamente, las personas que se dedicaban a la ciencia realizaban investigaciones con el único fin de crear conocimiento, pero ahora estamos cambiando esta concepción. 

 

La segunda barrera es que, aunque hay bastantes empresas nuevas en Cataluña, la mayoría de ellas son pequeñas y medianas empresas que no pueden destinar el suficiente capital a una spin-off. La mayoría de ellas son empresas familiares y tradicionales, que no están acostumbradas a desarrollar proyectos con instituciones científicas. 

 

La primera barrera es una cuestión de mentalidad, y creo que podemos cambiarla. En cambio, la segunda es un tema macroeconómico, y eso es más difícil de cambiar.

¿Cuál es tu estrategia para impulsar la innovación catalana en Europa? ¿Cómo operáis para ser parte activa del ecosistema global?

Las evaluaciones CERCA son importantes para nosotros, porque organizamos paneles de expertos internacionales para evaluar cada centro. Ya que contamos con esos expertos internacionales, que provienen de las mejores instituciones del mundo, aprovechamos para que se establezcan relaciones entre ellos y nuestros centros. Así, nuestros centros pueden ejercer presión dentro de la Comisión Europea e involucrarse en proyectos comunes de los programas de financiación europeos. 

 

Nuestra otra estrategia se basa en la marca: aunque los centros individuales tienen sus propias marcas, la marca global de CERCA ocupa el quinto lugar en importancia en Europa, de acuerdo con los organismos de financiación europeos. Sin embargo, no es muy conocida a nivel europeo, por lo que debemos hacer una promoción mayor. 

 

Por último, los centros CERCA participan en varios proyectos europeos y, cuando trabajas en colaboración, se crean relaciones basadas en la confianza.

¿Cuál es tu relación con The Collider y, en tu opinión, cuál es el valor único que aporta The Collider?

Hemos estado en contacto con The Collider desde el principio y siempre nos ha parecido un buen socio con el que trabajar. Me vienen a la cabeza dos ventajas: una es que siempre intentan elegir a un CEO polifacético para las empresas, y la otra es su forma de financiar estas empresas desde el principio. Por eso, después de muchos años, seguimos enviando nuevas compañías a The Collider.

¿Por qué crees que la transferencia de tecnología es tan importante? ¿Qué oportunidades presenta para las startups y las spin-offs? ¿Cuáles son tus predicciones sobre el futuro de la transferencia tecnológica en España?

Queremos transformar el país y convertirlo en un entorno productivo, especialmente mediante la creación de puestos de trabajo para personas con talento. La tecnología puede ser de importación, o bien puedes crear tu propia tecnología, gestionarla, protegerla y venderla tú mismo. Pensamos que esta segunda fórmula es mucho mejor. En un principio, nuestros centros de investigación tenían un perfil muy científico, y eso sigue siendo así, pero ahora somos muy activos en materia de transferencia de tecnología, porque nos parece increíblemente importante.

¿Has tenido alguna fuente de inspiración o mentor en tu carrera de los que quieras hablarnos?

He tenido unos cuantos, pero me vienen a la mente dos muy importantes. Uno de ellos es Eugenio Oñate, un ingeniero que ha sido director de uno de nuestros centros, CIMNE, durante 35 años y está a punto de jubilarse. Fue pionero en Cataluña al crear las empresas spin-off de CIMNE y, desde entonces, ha fundado más de quince compañías. Siempre piensa en positivo y busca formas de superar los desafíos.  

La otra persona es Elena Canetti. La conocí en 2013, cuando ella trabajaba en Yissum, la empresa de transferencia tecnológica de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Tiene mucha experiencia en transferencia de tecnología, así que siempre da buenos consejos. Hemos implementado muchas de sus ideas en nuestro ecosistema, y todavía seguimos en contacto. Ella ha sido toda una fuente de inspiración.

Hasta ahora, ¿cuál ha sido la experiencia más gratificante de tu carrera?

Poner en práctica mis ideas me genera mucha satisfacción. Por ejemplo, hace algunos años, fui a una conferencia sobre interruptores en Bolonia (Italia) y me di cuenta de que nuestros centros en Cataluña no tenían el apoyo necesario para patentar tecnologías en nuestro contexto, así que, cuando volví, creé un fondo para interruptores. Este lleva cuatro o cinco años en vigor, y damos apoyo a la protección de 70 patentes. Invertimos unos seis o siete mil euros en ello, y ahora estamos empezando a recibir ingresos de esas patentes.

¿Qué consejo profesional le darías a alguien que está empezando?

Me he dado cuenta de que hay algunas tareas que nadie quiere asumir, bien porque se consideran administrativas, o bien porque son muy duras. Pero, algunas veces, estas tareas son una oportunidad para crecer profesionalmente. Mi consejo para los jóvenes sería que, si ven que hay algo de lo que nadie quiere encargarse, le echen un vistazo, porque tal vez suponga una oportunidad para ellos. 

 

También es necesario que sean competentes en dos o tres tareas diferentes. Por ejemplo, hace algunos años empecé a trabajar en bibliometría (la medición de la ciencia). Era algo nuevo en Cataluña; nadie más lo estaba haciendo. Después de unos años, me convertí en un experto en bibliometría. 

 

El mundo del emprendimiento, la transferencia de tecnología y la creación de spin-offs es un ámbito en el que hace falta pasión; no se trata solo de tecnología. Tienes que creer en tus propias ideas. Necesitas conocer la tecnología, pero también necesitas tener cierta pasión que te haga salir a buscar proyectos para tener éxito.