¿Con qué tipo de obstáculos y dificultades os encontrasteis a la hora de crear una empresa de tecnología médica? ¿Cómo lleváis las certificaciones y los ensayos en el sector sanitario?
¿Cuáles son vuestros próximos pasos como startup?
¿De dónde proviene vuestra tecnología? ¿Fue el sector hematológico vuestro primer objetivo o habéis cambiado de rumbo?
Vuestro equipo lo forman científicos y tecnólogos de diferentes universidades y grupos de investigación. ¿Cómo trabajáis juntos?
Como científica, ¿cuándo te diste cuenta de que querías emprender? ¿Hay alguien que consideres tu fuente de inspiración o tu mentor? ¿Cómo te uniste a la startup RheoDx?
Cuéntanos un poco cómo funciona esta mezcla de emprendedores experimentados y jóvenes científicos en una startup de deep tech.
¿Cómo es vuestra relación con The Collider y qué valor único os aporta, en tu opinión?
¿Qué importancia tiene la transferencia de tecnología? ¿Qué oportunidades ofrece a las nuevas startups? ¿Cuáles son tus predicciones sobre el futuro de la transferencia tecnológica en España?
¿Hay alguna cita que defina tu modo de trabajar o de vivir?
Hasta ahora, ¿cuál ha sido la experiencia más gratificante de tu carrera?
¿Qué consejo profesional darías a alguien que está empezando?
El futuro con The Collider
Maria Cabello era la directora científica de RheoDx, una empresa de diagnóstico con sede en Barcelona dedicada a mejorar la calidad de vida de los pacientes hematológicos. Maria nos habla sobre los inicios de su startup y nos explica en qué punto se encuentran ahora. Además, comparte con nosotros muchas conclusiones interesantes sobre el apoyo que supuso The Collider para su incursión en el sector de la salud.
¿Con qué tipo de obstáculos y dificultades os encontrasteis a la hora de crear una empresa de tecnología médica? ¿Cómo lleváis las certificaciones y los ensayos en el sector sanitario?
Nosotros no tenemos médicos entre el personal, por lo que la primera dificultad que tuvimos fue convencer a la comunidad médica de que éramos capaces de mejorar la vida cotidiana de los profesionales de la salud. Otro obstáculo lo encontramos al empezar con los pilotos, porque probar la viabilidad de nuestra solución era complicado sin disponer de resultados clínicos.
En cuanto a certificaciones y ensayos, hace poco nos enteramos de que hemos conseguido uno de nuestros objetivos: llevar a cabo los primeros ensayos en un gran hospital de Barcelona. Durante el próximo año, la idea es ampliar estos ensayos en Barcelona y también sobre el terreno, en Italia. Nuestros equipos aún no están certificados, y creemos que habrá un cierto retraso adicional debido a la saturación de los organismos competentes, pero contamos con ello en el futuro.
¿Cuáles son vuestros próximos pasos como startup?
Lo primero son los ensayos clínicos, después nos ocuparemos de la industrialización y comercialización de RheoDx. En estos momentos estamos haciendo en una ronda de financiación para costear el primer objetivo.
¿De dónde proviene vuestra tecnología? ¿Fue el sector hematológico vuestro primer objetivo o habéis cambiado de rumbo?
Nuestra empresa se formó con la unión de tres ramas: los equipos de fluidos complejos de la Universidad de Barcelona, el centro de investigación matemática de la Universidad Autónoma de Barcelona y The Collider. De este modo, combinamos el conocimiento, con la investigación y el emprendimiento, respectivamente.
Desde el principio nos hemos orientado hacia el sector hematológico, pero es probable que cambiemos, o más bien a diversifiquemos, porque ya hemos creado un prototipo perfectamente funcional y actualmente estamos explorando nuevos canales de comercialización, como los microviscosímetros para laboratorio o industriales, unos dispositivos que deberían ser portátiles y rentables.
Esto os permitirá obtener ingresos mientras probamos nuestros equipos en entornos reales de uso y esperamos a los ensayos clínicos y a la certificación.
Vuestro equipo lo forman científicos y tecnólogos de diferentes universidades y grupos de investigación. ¿Cómo trabajáis juntos?
Somos un equipo dinámico compuesto por diez personas que trabajamos en la Universidad Autónoma de Barcelona. Nuestro principio clave es la interacción, porque creemos que esto es fundamental para un grupo joven y multidisciplinar. Además, en estos últimos tres años hemos tenido la oportunidad de crecer y desarrollarnos como equipo, y de ir corrigiendo el rumbo juntos. Todos los que formamos parte RheoDx amamos lo que hacemos.
Como científica, ¿cuándo te diste cuenta de que querías emprender? ¿Hay alguien que consideres tu fuente de inspiración o tu mentor? ¿Cómo te uniste a la startup RheoDx?
Probablemente fue cuando hablé con Aurora, la inventora y fundadora de RheoDx, y una de las científicas más entusiastas y perseverantes que conozco. Ya nos conocíamos de cuando hacía el máster en la UB, así que, cuando ya estaba terminando el doctorado y Aurora me llamó desde Chile para proponerme un nuevo y emocionante proyecto, no pude decir que no.
Era mi oportunidad de seguir en el laboratorio y al mismo tiempo ganar experiencia de primera mano en el sector del diagnóstico in vitro y en los negocios. No podía dejarla pasar.
Cuéntanos un poco cómo funciona esta mezcla de emprendedores experimentados y jóvenes científicos en una startup de deep tech.
En una startup son importantes tanto la experiencia como la juventud. Contar con la experiencia de una profesora, Aurora Hernández-Machado, y de nuestro CEO, Alfred Serra, con más de treinta años de carrera en el sector del diagnóstico in vitro, fue y sigue siendo un pilar de conocimiento vital para nosotros, tanto para desenvolvernos en nuestro sector como frente a las instituciones públicas.
Sin embargo, la actividad diaria de una startup es incesante y requiere mucha energía. Y aquí es donde entra el resto del equipo. Hemos comprendido que este tándem no solo nos funciona a nosotros, sino que es necesario.
¿Cómo es vuestra relación con The Collider y qué valor único os aporta, en tu opinión?
Nuestra relación con The Collider es difícil de definir porque depende totalmente de cómo decidimos utilizarla.
Para nosotros, The Collider es una herramienta a la que recurrir para adaptarnos cuando nuestras prioridades cambian. Ellos nos prestan ayuda y nos dan las respuestas que necesitamos en función de nuestra situación en cada momento dado. Fue trabajando con The Collider como nos dimos cuenta de que el sector al que debíamos dirigirnos era el de la atención médica, y a partir de ahí evolucionó todo.
¿Qué importancia tiene la transferencia de tecnología? ¿Qué oportunidades ofrece a las nuevas startups? ¿Cuáles son tus predicciones sobre el futuro de la transferencia tecnológica en España?
Creo que el trabajo que hace The Collider para la transferencia de tecnología es necesario y beneficioso para la población en general, pero especialmente en lo que respecta a la preservación del conocimiento.
De cara al futuro, espero que veamos más inversión pública destinada a la transferencia tecnológica en España. Otros países y sectores ya lo están haciendo, así que quizá podríamos tomar nota y copiar los sistemas que ya tienen establecidos y que están funcionando para así impulsar nuestro propio éxito.
¿Hay alguna cita que defina tu modo de trabajar o de vivir?
“Hay una grieta en todo. Así es como entra la luz”.
Hasta ahora, ¿cuál ha sido la experiencia más gratificante de tu carrera?
Mi presentación doctoral sobre dispositivos de potencia en semiconductores de banda ancha. Aunque fue un momento de muchos nervios, también era consciente de que aquel día tenía la oportunidad de presentar mis conocimientos únicos ante una sala llena de gente que estaba allí solo para escucharme a mí y para entender qué era lo que yo había desarrollado.
¿Qué consejo profesional darías a alguien que está empezando?
Que efectivamente no es fácil, y que por eso hay que tener entusiasmo y no perder nunca el sentido de la curiosidad. Este es el consejo que suelo dar cuando hago visitas a institutos, pero creo que es aplicable a todo el mundo. No pierdas la pasión ni la curiosidad.
El futuro con The Collider
The Collider es un espacio donde investigadores, empresas y emprendedores pueden reunirse para explorar iniciativas de transferencia de tecnología y generar un impacto positivo en nuestra sociedad en su conjunto. The Collider está respaldado por Mobile World Capital Barcelona, una iniciativa orientada a la tecnología.