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Paloma Cañete: Claves para que las startups deep tech superen el “valle de la muerte”

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Paloma Cañete es directora de Inversiones en Fides Capital. Su carrera empezó en el sector del capital privado, pero ha ido evolucionado lentamente y ahora trabaja con startups tecnológicas que se encuentran en su etapa inicial de desarrollo. Aunque no se describe a sí misma como emprendedora, está claro que le apasionan los emprendedores, con los que trabaja estrechamente. Paloma nos ha hablado de su experiencia en este ámbito y de cuáles son, para ella, las claves del éxito.

¿Cómo llegaste a tu puesto actual?

Soy directora de Inversiones en Fides Capital, un grupo de inversión privado que invierte en empresas tecnológicas (entre otras, pero yo me dedico principalmente a las tecnológicas). Empecé a trabajar aquí en 2007 y siempre me ha encantado ver cómo las startups y las empresas pequeñas van creciendo y dando forma a sus ideas. Así que, después de varios años trabajando en diferentes áreas del sector financiero, descubrí que lo que realmente me gustaba hacer era formar parte de esas startups y contribuir a su evolución. Es muy interesante ver cómo se desarrollan a lo largo de los años. 

En mi ADN no está el espíritu emprendedor, el deseo de empezar un negocio por mi cuenta. Sin embargo, debido a que invertimos en empresas que se encuentran en su etapa inicial de desarrollo, tengo la posibilidad de trabajar codo con codo con ellas y eso me gusta.

Como inversora, ¿cuáles son los tres principales errores que cometen los emprendedores a la hora de buscar financiación?

En primer lugar, es habitual encontrar un desajuste entre el estado del proyecto y la financiación que se busca. Tiene que haber un equilibrio entre la fase en la que se encuentra el proyecto y lo que están pidiendo; tienen que aspirar a una financiación razonable. 

Otro error es el equipo. Necesita ser lo suficientemente sólido, tanto a nivel de cohesión como de talento, para que un inversor tenga confianza en su éxito. 

Por último, la presión para conseguir financiación. Es una mala señal si están buscando dinero cuando literalmente se están quedando sin efectivo para operar su negocio. Se nota que es posible que no lo estén gestionando adecuadamente, al no realizar una correcta planificación para anticiparse a las necesidades futuras. Un aprendizaje: ¡tendrá mucho más éxito recaudando fondos entre los inversores cuando todavía tenga dinero en el banco!

¿Crees que un inversor necesita conocimientos técnicos avanzados para invertir en deep tech?

Quizá no tan avanzados, pero tienes que comprender de qué se está hablando, porque tienes que estar seguro de dónde te estás metiendo y de que encaja con tu estrategia. 

Por ejemplo, en Fides no solemos invertir en proyectos que necesiten mucha financiación, porque, por regla general, no ponemos tanto dinero en ninguna empresa. Así que si es un producto con un desarrollo muy complejo, no invertiremos en él. Para decidirlo, necesitamos tener como mínimo un conocimiento básico de la tecnología que requiere el proyecto, y así podemos comprender el estado de desarrollo en el que se encuentra y los ingresos potenciales necesarios para financiarlo. Así que diría que sí: es importante, como mínimo, saber de qué están hablando los emprendedores de cara a comprender su valor actual o potencial.

¿Por qué decidiste dar un giro a tu carrera hacia el emprendimiento y el capital riesgo? ¿Qué es lo que más te interesa de este ecosistema?

Mi carrera fue primero en firmas de capital privado, donde invertimos en empresas más desarrolladas. Era diferente a trabajar con start-ups, pero ahí aprendí mucho sobre métricas, KPIs, proyecciones… probablemente menos sobre modelos de negocio, pero mucho sobre números. Luego pasé al sector financiero, donde llegué a comprender los criterios que utilizaban los bancos para prestar dinero a las empresas. Y después de eso, me uní a una empresa de fabricación como directora financiera y aprendí mucho sobre la dinámica del negocio en sí.

Ahora, trabajando en capital de riesgo, es una mezcla de todo lo que aprendí anteriormente. Necesitamos entender los números, pero también cómo funcionan los negocios porque, dado que invertimos en las primeras etapas, tenemos que involucrarnos mucho en la start-up.

Valoro mucho este entorno, porque procuramos ayudarnos los unos a los otros: siempre tratamos de añadir valor a los proyectos. Es más colaborativo. Para mí es como cerrar el círculo: he aprendido sobre todos estos elementos a lo largo de mi carrera y ahora los pongo todos en práctica a la vez en mi puesto actual. No ha sido algo buscado, pero estoy muy agradecida de haber acabado aquí.

Cuando hablamos de startups de deep tech, ¿cuáles son las claves para superar el “valle de la muerte” del principio?

El equipo directivo es clave. Habrá muchos cambios en el camino, y el equipo será el que enfrente esos desafíos. Por lo tanto, es increíblemente importante que tengan las habilidades y la motivación para hacerlo. La financiación también es fundamental, no solo para acceder a ella, sino también para utilizarla de manera eficiente. Si la empresa está bien financiada, tendrán más tiempo para desarrollar el proyecto y ganar terreno.

¿Cómo es vuestra relación con The Collider? Y, en tu opinión, ¿qué valor único os aporta?

Conozco el trabajo de The Collider, porque representa una parte muy interesante del ecosistema.

Lleva muchos años dando apoyo a este espacio y a distintos proyectos individuales. El programa ha brindado grandes oportunidades a muchos emprendedores de conectar con personas interesantes que cuentan con los conocimientos para ayudarles a acelerar el crecimiento sus empresas o solucionar problemas. Por tanto, el papel de The Collider es importante, porque ayuda a que los proyectos tengan éxito, dándoles protagonismo y voz.

¿Qué importancia tiene la transferencia de tecnología? ¿Qué oportunidades ofrece a las nuevas startups? ¿Cuáles son tus predicciones sobre el futuro de la transferencia tecnológica en España?

Creo que es el futuro de la evolución tecnológica. Para mí, la transferencia tecnológica es el camino a seguir para aprovechar el potencial de ciertas tecnologías e incorporarlas al mercado. A menudo puede ser difícil de lograr, porque requiere de un alto nivel de colaboración entre las diferentes partes, pero creo que es la única forma de tener éxito a largo plazo. Digo esto, sobre todo, porque abre la puerta a que personas y empresas puedan compartir recursos de un modo que beneficie a ambas partes.

¿Hay alguna cita que defina tu modo de trabajar o de vivir?

No estoy segura de que haya una en concreto por la que me sienta representada. Como todos sabemos, todo está en constante cambio, incluidos nosotros mismos en las diferentes etapas de nuestras vidas. Por eso, debemos construir y saber adaptarnos.

Sin embargo, estaba pensando en una cita con la que realmente identificarme en este momento, y esa sería el mantra de Bruce Lee: “Sé como el agua, amigo mío”. Creo que todos deberíamos ser como el agua, y hago hincapié en emprendedores y startups. La adaptabilidad es imprescindible; tenemos que transformarnos casi cada día para ser capaces de responder a cualquier situación, sin dejar de vivir con alegría y felicidad. Así que sí, me encanta esa cita, y creo que en los últimos años ha cobrado más importancia que nunca.

Hasta ahora, ¿cuál ha sido la experiencia más gratificante de tu carrera?

Es difícil señalar solo uno, pero estoy muy contento con lo que he contribuido a crear aquí en Fides, con nuestra cartera actual y las relaciones que hemos construido con nuestros emprendedores. Es muy satisfactorio verlos celebrar cuando superan un obstáculo o cumplen una determinada meta. La resiliencia que les hemos visto demostrar a lo largo de los últimos años ha sido asombrosa. Han evolucionado mucho y estoy muy orgullosa de ellos, tanto de las empresas que tenemos en cartera como de nuestros emprendedores.

¿Qué consejo profesional le darías a alguien que está empezando?

Es difícil comenzar algo nuevo en un entorno tan cambiante como el actual, así que la flexibilidad y la adaptabilidad son muy importantes. Escucha a las personas que cuentan con más experiencia y conocimientos que tú y rodéate de un equipo potente. Sé positivo, pero realista. En ocasiones es un equilibrio difícil de lograr, pero debes perseguir aquello que te motiva. Creo que eso es lo que marca la diferencia: tener una pasión por lo que haces.