En estos últimos años se ha producido un aumento significativo del uso de tecnologías digitales para mejorar la atención sanitaria, tanto en el diagnóstico como en la monitorización y los tratamientos virtuales. Estas tecnologías permiten que los médicos profesionales puedan tratar y supervisar a sus pacientes de forma remota, lo que a su vez simplifica la vida de los usuarios.
El potencial que tiene la digitalización de datos sanitarios granulares y de alta calidad procedentes de todos los aspectos de la atención al paciente, desde el diagnóstico y el tratamiento hasta la evolución, es enorme: recopilando información detallada de los pacientes, podemos ofrecer una atención médica más personalizada y mejorar la evolución de los pacientes.
Sistemas sanitarios en crisis
El gasto sanitario sigue aumentando a un ritmo que no viene acompañado de crecimiento económico. La Organización Mundial de la Salud estima que el 75 % del gasto sanitario actual se destina al tratamiento de enfermedades crónicas como diabetes, cáncer, y enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Por otro lado, la esperanza de vida actual es mayor que nunca, lo que también aumenta la demanda de cuidados sanitarios.
En vista de esta creciente presión sanitaria, urge dar con un sistema que alivie la sobrecarga de trabajo de los profesionales sanitarios, y que dé a la prevención más protagonismo que al tratamiento.
Es lógico que los sanitarios de primera línea sean escépticos ante cualquier cambio en su forma de trabajar, y que al principio se resistan a la introducción de nuevas tecnologías. Por eso es esencial que estas soluciones se integren en las dinámicas ya existentes y que, en lo posible, su implementación no interfiera en el flujo de trabajo diario. No hay que olvidar que la transformación digital no es solo tecnológica, sino también cultural.
Monitorización remota, un enfoque que empodera a los pacientes
A raíz de la pandemia de COVID-19, los profesionales sanitarios han aprendido a adaptarse a nuevas formas de interactuar con los pacientes. El Dr. Albert Salazar Soler, gerente del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, explica: “La telemedicina aumentó un 300 % en nuestro hospital, porque a la gente le daba miedo venir en los primeros días de la pandemia de COVID pero ahora está aquí para quedarse, lo cual evita muchas consultas presenciales innecesarias”.
Las tecnologías de monitorización remota son especialmente útiles para pacientes con enfermedades crónicas y personas mayores o que se estén recuperando de una intervención quirúrgica. También benefician a quienes tiene movilidad reducida o viven en zonas apartadas, porque eliminan la necesidad de desplazarse hasta el centro sanitario.
Hay tecnologías de monitorización remota que están ya muy extendidas: los monitores de frecuencia cardíaca y de presión arterial, los glucómetros para diabéticos, las aplicaciones para monitorizar la ingesta de alimentos o algunos dispositivos portátiles como los monitores de actividad y los relojes inteligentes. Todos estos dispositivos están cada vez más aceptados como parte de nuestra vida cotidiana, y a muchos pacientes les resultan familiares.
La tecnología como herramienta de empoderamiento del paciente
Los pacientes ya desempeñan un papel importante en la gestión de su propia salud, pero ahora la tecnología puede darles los recursos necesarios para que lo hagan de forma más eficaz y, al mismo tiempo, facilitar la colaboración entre médicos y pacientes.
Se trata de educar a los pacientes sobre su afección y sus opciones de tratamiento, ayudándoles a entender la importancia de cumplir las pautas de cuidados y las consecuencias de no hacerlo. Los dispositivos de monitorización pueden dar a los pacientes una mayor sensación de responsabilidad sobre su propia salud, ya que estos pueden controlar sus síntomas desde su domicilio y sentirse más partícipes en el tratamiento de su enfermedad.
Además, estas tecnologías están empezando a recoger las sugerencias de los pacientes para ofrecer más opciones de personalización y autonomía en la toma de decisiones, teniendo en cuenta sus opiniones y experiencia con los tratamientos. Aunque el software que se utiliza para monitorizar a los pacientes utiliza distintos tipos de tecnología, los componentes más comunes son los sensores y las funciones de análisis y almacenamiento de datos tanto de forma local como centralizada.
Como en cualquier avance tecnológico, la confidencialidad y la seguridad de la información es de vital importancia cuando se tratan datos personales de tipo sanitario, por lo que el desarrollo de estos nuevos sistemas debe tener en cuenta las cuestiones éticas y legales relevantes. La transparencia en la recopilación y el uso de datos clínicos es clave para ganarse la confianza de los pacientes, pero también para cumplir con la normativa legal.
Desde gigantes tecnológicos hasta pequeñas startups
Aunque nombres tan conocidos como Amazon, Google y Microsoft han invertido en tecnología sanitaria, este campo también atrae a muchas startups. Las grandes empresas tienen la ventaja de contar con tecnología de vanguardia y grandes volúmenes de datos, pero las startups suelen disponer de equipos multidisciplinarios que combinan experiencia científica y empresarial, y son capaces de desarrollar soluciones muy específicas con gran rapidez.
Penetrar en el mercado sanitario como startup puede ser difícil; sin embargo, las organizaciones de menor tamaño tienen mucho que aportar al sistema sanitario gracias a su potente base tecnológica, sus soluciones escalables, su agilidad y sus equipos de profesionales internacionales. Además, cada vez hay más startups que colaboran con grandes corporaciones y reciben su apoyo, lo que les facilita la entrada en el mercado.
En España hay múltiples iniciativas y startups que desarrollan su trabajo en el sector sanitario. Una de las más destacada es Veta Health, una empresa de atención sanitaria remota que ha desarrollado una solución pensada específicamente para pacientes con insuficiencia cardíaca crónica, una afección que genera una gran presión sobre el sistema sanitario. Su plataforma permite recoger y gestionar todas las etapas de la experiencia de estos pacientes fuera del entorno hospitalario, mediante la integración de la información que proporcionan los médicos, los cuidadores y los mismos pacientes.
Otros ejemplos españoles son Top Doctors, un directorio de especialistas médicos privados; Mediktor, una herramienta interactiva que analiza los síntomas e indica al paciente qué nivel de atención sanitaria necesita, y Psious, una plataforma de realidad virtual que ofrece entornos terapéuticos para el cuidado de la salud mental.
Atención sanitaria digital: la nueva normalidad
La sanidad digital ya no pertenece solo al ámbito de la innovación, sino que se ha convertido en un elemento estratégico fundamental del sector sanitario. La transformación del sector y la incorporación de nuevas tecnologías han contribuido a un diseño más eficiente de los procesos sanitarios, lo que a su vez ha permitido ahorrar costes. Y lo que es aún más importante: se está generando una clara tendencia a dar más protagonismo y autonomía al paciente y a fomentar su participación, lo que mejora su evolución.
The Collider: una mirada hacia el futuro
The Collider es un programa de innovación que busca fomentar la conexión entre la ciencia, la empresa y el emprendimiento. Este proyecto de creación de empresas une la ciencia y el talento emprendedor para crear startups disruptivas e impulsadas por la tecnología. The Collider es una iniciativa tecnológica de Mobile World Capital Barcelona, que pretende impulsar la transformación digital de la sociedad para ayudar a mejorar la vida de las personas en todo el mundo.